Toda planta tiene un origen, a veces perdemos la perspectiva de esto, y más en otras oportunidades creemos que esa planta es originaria de nuestras tierras. El Tomate El Cacao, el Maíz, La Alstroemeria (alstromelia) son originarios de América entre muchas otras maravillas de la naturaleza. Quiere decir que la primera vez que se encontró fue allí, pero por cuenta del trasegar del mundo y de las épocas y sus costumbres, pues hombres y mujeres han transportado a sus sitios de origen productos y especies que consideran les van a dar riqueza, facilidad o simplemente fama.
Recuerdo el caso de la Poinsettia o Noche Buena, originaria de México un diplomático de Estados Unidos con este apellido se enamoró de esta bella planta y comenzó un proceso en el cultivo y conocimiento de la misma, dándole el valor visionario y especial de su belleza. La regalaba en Navidad a sus familiares y amigos cada vez que podía en temporada decembrina, que era cuando más bello se ponía su follaje, dando así un sentido a esta planta en esta temporada.
En fin la historia del Tulipán no es menos diferente, solo que acá hablaremos de un origen en el Imperio Otomano, cuando Solimán el Magnifico era Sultán, de la mismísima Asia, Constantinopla, países llamados hoy como Turquía, Afganistán y Paquistán otrora gobernado por ricos y poderosos señores que en sus jardines decoraban con flores simples de colores intensos que magnetizaba y captaban la atención de aquellos que las veían. Inspiro las construcciones de las edificaciones, y estas flores habitualmente adornaban los turbantes clásicos y tradicionales de los señores de allí.
En aquellas épocas Siglo XVI y XVII los embajadores eran ya usuales para apoyar el intercambio entre reinos y buscar caminos de oriente a occidente, así pues Ogier Ghiselin de Busbecq fue nombrado embajador ante el Imperio Otomano por parte de la casa de Habsburgo, posterior Emperador Ferdinand del basto y poderoso Sacro Imperio Romano Germánico.
Ogier como muchos otros era coleccionista, investigador, herbolario y curioso, no es casualidad, pues solo aquellos que gozan de viajar, de conocer nuevas culturas con la excusa de lo político, son ávidos de encontrar la belleza en los detalles, épocas donde las flores a domicilio eran habituales siempre y cuando las enviara el mismo que las cultivaba.
Ese conocimiento por las plantas, por escribir (fue el primer escritor oficial de sus propias aventuras de viajes y negocios dejando importantes escritos de la época). Le hizo enviar bulbos turcos a Charles de L’Ecluse o Carolus Clusius médico y botánico radicado en Leiden (Países Bajos).
El nombre de Tulipán se da, a raíz de un error de Ogier, que al preguntar como se llamaba esa flor en la cabeza de un señor Turco que pasaba por allí, la persona que le asistía creyó que le hablaba del turbante y le dijo thoulypen, dando origen a el nombre al Tulipán.
Clusius fue nombrado Prefecto en el Jardín Botánico y Profesor de Horticultura en la Universidad de Leiden, investigo los tulipanes que le fueron enviados y creo la base de estudios que cimentarían mas adelante el Negocio de tan preciada Flor.
Los Países Bajos proporcionaron un clima adecuado para el cultivo del Tulipán, lo que permitiría su desarrollo como cultivo insignia de un país muy pequeño, pero a su vez muy rico.
continuara…